miércoles, 5 de abril de 2023

Adiós al lenguaje

 

Godard (AFP)

4 de abril de 2023. Supongo que hay alguien ahí. Técnicamente ya es día 5 pero la cama aún está sin deshacer. Todavía es hoy. Mañana pues es el último día de la semana, que a partir de jueves para algunos será más santa. Hoy ya he visto dos películas y no sé por qué no quería más Spotify. Free. He escrito crítica de una de las dos películas, para FilmAffinity, de ésas que parecen telegramas. Todavía, y lo que queda, que será mientras mis dedos escriban, ésas o sólo de solamente llevarán siempre tilde. Me cuesta acostumbrarme a escribir de la manera ortodoxa el teclado de un ordenador. Nunca es tarde. Cómo seguirá todo por ahí. Supongo que igual. De bien o de mal. Leo a Aberasturi. O más bien lo que pasa por su cabeza. Creo que desde que escribo de manera ortodoxa las ideas, al llevar el ritmo de mis pulsaciones, pueden tomarse su tiempo. Se tacha menos. Lo que sí hago mucho es deletear. Llamemos a la RAE y que tenga en cuenta el palabro. Que visto lo que hay no sería tan barbaridad.

El lenguaje se muere, o lo mueren. Godard ya le dijo adiós hace unos años. Nosotros también despedimos a Godard antes de que cumpliera noventa y dos. El lenguaje no se cuida solo. Las palabras no pueden defenderse. Dan significado a las cosas e incluso al mundo pero en el fondo adolecen de entidad. Somos muletillas. El medio es electrónico. Las conversaciones son cifrados y encriptados. Suena un poco así, en verdad. Cripta. En el fondo quien dirija todo esto no va tan desencaminado.

Ayer, o sea, el lunes, lo mismo que otros días, lo dije. Ya estamos en 2023.

2023.

Acaba de pasar el camión de la basura.