Mostrando entradas con la etiqueta ingrid bergman. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ingrid bergman. Mostrar todas las entradas

martes, 3 de marzo de 2015

Ten Years After

El día que ganó el Oscar, Donna Reed besó.

Si se hubiera hecho hoy, en el flashback de Casablanca en París Ilsa y Rick se hubieran hecho un selfie que tú y yo hubiéramos retuiteado hasta no parar. RT. Un blog no hace RT pero por aquí fue por donde nos conocimos. Por donde me di cuenta de que tenía un alma gemela. De que tenía alguien a quien contarle cosas, de que no caían en saco roto (y las veces que me has salvado el blog, o sea, la vida). De que además de almas gemelas venía más gente, de allende el mar y todo, que me aprecia más de lo que merezco. Y gente de por aquí, que están y que no, pero que han estado y con eso me quedo. En estos diez años ha sido. ¿Mucho? O nada, que escribieron Gardel y Le Pera. 2005. Es tiempo, aunque hay que decir que hace diez años yo ya no llevaba pantalones cortos precisamente. A estas alturas (qué alturas ya) de la vida todavía pasan cosas. Aún (nos) pasan cosas. Y a veces se escriben. Sólo que ahora pasa que twitter, que se está comiendo todo y un blog ya no es donde nos reuníamos todos. Que si faltabas un día o dos, nos había pasado algo. Qué te ocurre, me preguntaste una vez. Puto internet. Hoy es esto, ayer fue lo otro. Y mañana quién dirá.

Y lo que nos gusta. Un móvil en la mano. Izquierda si eres zurdo. Cucho.

(La Romareda, 1-3-2015. Un chaval que hace diez años sí que andaba con pantalón corto y cómo manejaba ayer el teclado en el fútbol; dos manos, mil dedos en 0'7 segundos. Miré con envidia. El Zaragoza, por supuesto, no le ganó al Llagostera. 2015, Segunda División).

Envío una reseña por twitter de este post. La palabra post que cae en desuso. Tiembla DRAE moderno. En el primer post de mi vida hablaba de Donna Reed. Sigue gustándome hablar de Donna Reed. Y Donna Reed. La cual evidentemente no se llamaba Donna (sí Donnabelle) Reed (sí Mullenberg). 2015 ya.

domingo, 28 de diciembre de 2014

23: Ingrid Bergman (I)

Screen test para Intermezzo, 1939, a punto de dejar los 23

Ingrid Bergman tenía veintitrés años y estaba terriblemente hermosa. En un Fotogramas, en un suplemento de televisión del Fotogramas anunciaban un ciclo de películas de Ingrid Bergman que ponían por televisión de la época de las películas de Ingrid Bergman en Suecia. Y había fotos de Ingrid Bergman a los diecinueve, veintiuno. Así hasta lo veinticinco. Los años, digo, de las películas de Ingrid Bergman en Suecia. Antes de que Ingrid Bergman se fuera a hacer películas con los americanos y después Casablanca. Antes de creer, como todos, que Ingrid Bergman había nacido en las películas de Hollywood. La cosa es que de todas las fotografías que había en ese Fotogramas, de todas las edades de Ingrid Bergman, conforme iba acercándome a esa edad (los cumplí dos años después del suplemento del Fotogramas) me iba tirando el año, ese número 23. Me quedé con Ingrid Bergman a los 23. Hoy ya me surgen dudas, porque he revisado las fotos y había que verla a los veinticuatro. O alguna de las de antes (oy de ahí el paréntesis, cuando ya no estaba en su tierra, sino con Rick). Pero el caso es que Ingrid Bergman a los veintitrés.

Excusa peregrina: se acaba el silencio de este blog. Hoy comienzo una serie de fotografías de actrices a los veintitrés.

viernes, 31 de diciembre de 2010

Encadenados


Ingrid Bergman y Cary Grant, Notorious 1946.

Qué mejor que imitarles esta noche, cuando den las doce campanadas. ¡Feliz año 2011 a todos!