Stan Getz y su hijo Steven en la foto de la portada de Stan Getz plays
Si tú estás enamorada de Lester Young, que lo sé y no te
culpo, porque tú con Lester y yo con Billie no podemos hacer nada más que
amarlos en la distancia y en el tiempo; si te vuelves loca cuando Lester y el
contracanto a Billie en las grabaciones del 37; si tú y yo nos morimos por ser Lester y
Billie; si por más que lo intentemos no encontramos nada que pueda mejorarlo; si nada puede hacerte cambiar de opinión, y ni ganas que tengo, entonces
poco puedo hacer, Lester forever, salvo que te pongas a escuchar esto.
Y luego me dices si era un blanco o un negro y mira que esas
cosas a mí me la traen al pairo y lo que acaba de sonar enamora igual que si lo
tocara Lester, porque de versiones de este tema, dos, la del blanco y la del negro,
y hoy te he puesto la que no es del negro. Y el blanco este que cogía y se
crecía con el East of the sun les volvía locos a los negros del jazz porque Dizzy
le quería y Miles le dijo que “te quiero para mí” y para mí que le quería, sé
que puede sonar raro en Miles, pero; y Sonny Stitt se picó con él de manera bop
en una sesión de Dizzy, y al final se rendirían o no pero seguro que se
querían, y Ella le quería y la bossa nova le quería y la voz de Astrud
Gilberto… no voy a decir aquí lo que hizo con el saxo de Getz la voz de Astrud Gilberto.
Y le dijo a Tony Bennett “cántame un poco”. Y se fundió con
Bill Evans. Y se rodeó de cuerdas. Y se vino a Europa. E hizo unas cosas en su
vida, además de tocar así el East of the sun, unas ésas, otras las buenas. Y unas
cuantas veces. Y se fue y no nos enteramos porque parecía que ese tío no se nos
iba a ir nunca. Que aguantaría y que no se marcharía. Pero sí que se fue. Y se
fue pero con la sensación esa de que volverá mañana. De que se ha ido a por
tabaco, de que una vez más ese chico nos está tomando a todos el pelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario