Smoke
Cuántos años, querido Pops, amigo Louis, cuántos años
cumpliste ayer, sempiternos dientes blancos en rostro oscuro, nacido en el
Nueva Orleans más negro, más putero, mas cry
me a river. When it's sleepy time down south te parieron y creciste y aprendiste.
Y conociste que las mujeres son como esa corneta que te pusieron por primera vez
en los labios; labios, mujeres y cornetas, los tres amores de tu vida.
¿Recuerdas lo primero que tocaste? Quizá fue todo uno y a la primera mujer le
tocaste un blues y tus labios sellaron una boca y una boquilla, no sabría decir
el orden, querido Pops. Quién y por qué te puso ese sobrenombre, Satchelmouth,
lo dejo al arbitrio de la leyenda o de nuestra imaginación. New Orleans, do you know what it means. We
still miss you.
Digo que cuantos años cumpliste porque ya he perdido la
cuenta de tu inmortalidad, tengo en cuenta que viviste varias vidas en una,
quizá más que ningún otro, y como dijo el genio de la rayuela, "y Satchmo
por todas partes con el don de la ubicuidad que le ha prestado el Señor, en Birmingham,
en Varsovia, en Milán, en Buenos Aires, en Ginebra, en el mundo entero". Y
nosotros, que ardemos en deseos de acompañarte en tu vida futura que abarcará
horizontes lejanos, lugares que tu quizá quieras recordar y lugares que
descubriremos juntos.
Será cuando nos quedaremos solos. Me refiero a después, cuando acaben
los conciertos, permíteme la libertad de quedarnos a solas contigo, con tu
sonrisa y sin tu sonrisa, con lo que te tomes al albor de la soledad, no haremos
ruido; lo más, observarte, ella y yo te observaremos y nos entrará envidia de
tus mujeres, a mí al menos me entrará, y ella me traducirá ese deje de New Orleans
y tu voz carrasposa y tú la miraras mucho y a mí me entraran los celos y ella
se enamorará del Satchmo del Potato Head Blues que le tocarás sólo a ella (y yo
tercio y te pido que le des al West End Blues). Y entonces ella hace de Ella y
hacéis un dueto y cantáis el Autumn in New York. Y eso.
Y acabamos ella y yo viendo cómo te desvaneces y luego haces
eso de que todo parezca que ha sido un sueño, con humo y así, porque tú las
vidas las vives como de prestado y cuando dan las uvas tú tienes que devolver
las cornetas y te despides con esa sonrisa y el fundido a negro y entonces nos
quedamos ella y yo cerrando todo otra vez y nos vamos enamorados de ti, a quien
no hemos podrido preguntar (de nuevo nos quedamos con las ganas de saberlo) por
tu puñetera edad, la de verdad, la que no sale en las enciclopedias, que cuántos
años tienes ya, coño, que aunque no importe mucho ya va siendo hora de que
dejes de tocarnos la moral con el tema. Amigo Louis, me quedo solo con ella. Con las prisas... teníamos una tarta preparada para ti. Ha sido idea de ella. Te la guardamos. No
te marches muy lejos. Te queremos. Tenemos muchas ganas de ti.
2 comentarios:
Eso, que siga rondando por ahí, para tenerlo a mano cuando necesitemos ese ruidito de sordina.
Un beso, Jose.
Efectivamente, sigue por ahí. Cuando menos te lo esperas, aparece y te enamoras.
Besos, y gracias, Zoe.
Publicar un comentario