lunes, 3 de febrero de 2014
Last night
La noche más oscura, dije ayer. En verdad que ésta ha sido tu
noche más oscura. No quiero pensar en tu última noche. A buen
seguro que se podría pasar fácil a celuloide. Pero ya habías
pasado una última noche antes con Edward Norton y Spike Lee. Así
que se jodan. En realidad ¿cuántas últimas noches has pasado?
¿Cuántas últimas noches has estado a punto de mandarnos a todos a
llorar? ¿Cuántas últimas noches te habrás mirado al espejo roto,
roto? ¿Cuántas últimas noches te habrá salvado un ángel llamado
Clarence? ¿Cuántas últimas noches te pusiste a Kane, Pacino,
Cazale? (Tú has salido hasta en las películas en que no has salido)
¿Cuántas últimas noches dejaste en repeat cada cd? ¿Cuántas
últimas noches olvidaste la letra de las oraciones, y querías
recordarlas? ¿Cuántas últimas noches descolgaste, y contestaron?
¿Cuántas últimas noches mientras releías ese guión te querías
un poquito más? ¿Cuántas últimas noches te dijiste “ahora
vuelvo”? ¿Cuántas últimas noches te creíste? ¿Cuántas últimas
noches le hiciste asco al aplauso? ¿Cuántas últimas noches jugaste a
ser palíndromo? ¿Cuántas últimas noches te preguntaste quién soy
tú? ¿Cuántas últimas noches dejaste de escribir la última palabra? ¿Cuántas últimas noches dijiste la palabra Dios? ¿Cuántas últimas noches te quedaron?
domingo, 2 de febrero de 2014
La noche más oscura
Hay muy pocas fotos de Billy Kyle. Ésta se la hizo William Gottlieb.
Te iba a preguntar, pregunta de más, si quieres bailar Blue moon. Así de paso, para que no se te fuera de la cabeza por un tiempo eso de You saw me standing alone. Tú elegirás si versión vocal, aunque ahora estaba escuchando a la orquesta de Coleman Hawkins, un día que grabó con el gitano Reinhardt en la sección de ritmo. O a Mel Torme, aun con violines. Shall we dance?, te preguntaría, y es que hoy pasa por ser la noche más oscura, aunque no aquella de San Juan de la Cruz, y si hay una noche que merece la luna es hoy, puñetera ausente. Y hasta a Ben Webster, como antes a Mel le ponen violines en esta luna blue. Y sabes bien que si me murmuras y bailas Blue moon me obligarás a ponerme tontorrón, si eso es lo que quieres, que es lo que quiero. And when I looked the moon had turned to gold. Y repitirás una y otra vez el refrain porque, es evidente, conoces mi puntos débiles. Y Louis, en esa versión que me traerías debajo del brazo, le dice a Billy Kyle que todo tuyo, live y a sus anchas. Y Billy Kyle canta el piano (y ésa no la bailaríamos, ésa la empezaríamos a escuchar y la seguiríamos escuchando sentados y entonces marcaríamos el ritmo con el pie, porque lo que tiene Billy Kyle en sus dedos es el swing. Y tú lo sabías, que Satchmo en ésta no canta y que le regala el solo a Billy Kyle, que es como decirle a tu músico “te quiero, tío”. Y en ese momento te diría que soy tu Billy Kyle). And then there suddenly appeared before me. La pregunta estaría hecha, lo está de hecho y como casi nunca es tarde para empezar a pecar, destrozaríamos las canciones y el inglés. No sería estrictamente necesario. O sí. Empezaríamos: Blue moon...
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