domingo, 29 de noviembre de 2009

Time of changes

Bruce Davidson y una fotografía de su serie Time of change, 1962.

Hay fotografías hechas en el lugar adecuado y en el momento oportuno. Fotografías que suelen contar cosas por las que te gustaría tomar partido. Y haber estado allí, también. De ésta me hubiera gustado saber un par de cosas, entre otras lo que se le pasaba por la cabeza a la rubia de la derecha (es un guante lo que sujeta con la mano izquierda, enguantada asimismo, esta chica rubia. Blancos). Había una serie que emitieron ya hace unos cuantos años de la que me hubiera gustado ver más episodios. Justo era de la época. El protagonista era un chaval, la voz en off. Mataban a Kennedy. Los negros despertaban. Sucedían cosas. Puede que se llamara Tiempos de cambio. Yo tomaba partido por la otra.

La foto es de 1962. Todavía quedaba por hacer.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Prix de beauté

Louise Brooks (la del centro) en varios fotogramas de Diary of a lost girl, 1929

Te gusta Louise Brooks aun antes de verla en las películas porque Louise Brooks es de esas caras, presencias, miradas, de las que te enamoras nada más la primera vez que la ves, y esa vez fue hace tanto tiempo. Y luego ves sus películas porque las buscas y la buscas. Me gusta ese peinado pero me gusta también su toque ligeramente andrógino y/o ambiguo. Esa perdición de los hombres. La he visto en algunas de mis últimas películas y cumple con creces mis expectativas.

Otra que va al club.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Looking for Joan

"Se acostó con todas las estrellas de la Fox, salvo con Lassie..." Bette Davis dixit

He visto últimamente alguna película en la que para mi suerte y solaz aparecía Joan Crawford. Razón más que suficiente para darle la bienvenida visual a este blog. La he visto de joven , incluso de muy joven, es decir, alejada de esa imagen de pestañas postizas marca de fábrica, alejada de aquella madura Vienna que enamoraba (de nuevo, ¿o era al revés?) al Sterling Hayden de Johnny Guitar. La he visto de jovencita, cuando el sonoro balbuceaba todavía. Me gustan las dos, hasta cuando su pelo era rubio.
Gustan aunque no quiera los labios carnosos de Joan Crawford, exagerados de carmín o no. Quiero encontrar un equivalente en el cine posterior pero no doy con ella (¿quizá las francesas?). No estuvo nada mal aquella vez que tuvo que estar a la altura de Bette Davis, cuando aquello de Baby Jane. Su aspecto de señora con mayúsculas no quita a un lado ligeramente macarra. Y ambiguo. Y promiscuo. Historias hay (que se lo digan a Marilyn).
Era guapa, la tía.

lunes, 9 de noviembre de 2009

El abuelo de Billy Crystal (le dijo que no a los Beatles)

William Gottlieb tomó esta foto en 1947, Commodore Record Shop, NY 1947. Angulo inferior izquierdo: Milt Gabler.

Hay poco espacio en las tiendas que venden música (porque casi ya no hay tiendas donde sólo vendan música) en el que haya un mínimo espacio en el que se pueda buscar algo de jazz. Porque eso es lo que hago cuando me escapo por mi cuenta para revolver (es el término exacto) por si entre alguna que otra morralla se encuentra alguno de esos incunables del jazz (hace una semana mientras buscaba la cámara que ya tengo, encontré este disco de reedición a un precio que me dijo cómprame. Y ahí lo tengo para abrirlo a la espera de una gran ocasión). El caso es que en B/N sí que había sitios de ésos que digo que fallan hoy y, si no, la foto de arriba. No tengo ningún vinilo de jazz aunque sé que los hay. Lo difícil será encontrar ya no el disco per se, sino el lugar.
En B/N existían tiendas, discos y gente. Como en la tienda Commodore en que el productor Milt Gabler vendía discos. De jazz. Espero que a mansalva. Espero que, de no ser así, el encargado de inventar la esperada máquina del tiempo la invente y me lleve directamente allí, para poder tener cualquiera de esos discos. Un vinilo de jazz (voluntarios…).
Habrá pero hay que dar con los coleccionistas. Discos de acetato que guardo por ahí (jubilados ya por mejores soportes, pero ninguno de jazz, eso me llegó más tarde) y que inicié con los dobles azul y rojo de los Beatles, a los que Milt Gabler rechazó por sonar igual que los Everly Brothers cuando estaba al mando de la Decca. Ay, con el abuelo de Billy Crystal.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Imán

Premiere de Cómo casarse con un millonario, LA, 1953, 4 de noviembre.

No hay duda ninguna de que Humphrey Bogart supo rodearse siempre de las mejores mujeres que podían existir en la época que le tocó vivir. Que debió de ser de las buenas, por cierto. Si no en situaciones y momentos como éste de arriba, directamente en la pantalla, con Miss Bacall ("You know how to whistle, don’t ya?"), con Bette antes de Rick (café americain) y de que Humphrey se inventase el personaje. O con Kate a bordo durante dos horas (envidia cochina) y a solas en un barco destartalado y lleno de licor. Aquéllas , aquellas memorias de Africa.