Alice Coltrane y su marido, 1965
Abrir la carpeta donde guardo y conservo cada foto y cada
texto de los que publico en mi blog y ver cada vez que entro la foto de Alice Coltrane
(todo está guardado en orden alfabético y esa foto está de las primeras) quiere
decir que:
- La foto de Alice Coltrane y su marido me gusta. Mucho.
- Alice Coltrane me gusta. Mucho.
Abrir la carpeta y ver esa foto quería decir también que un día
hablaría de Alice Coltrane. O de ella y su marido. Y que ésa iba a ser la foto
que pusiera. Ese día ha llegado. Como casi siempre por estos lunes, porque me
lo han pedido. Alice Coltrane tocaba también (tan bien) el arpa. Y el último
post del que hablé era de Toshiko Akiyoshi. Y son esas dos cosas de las que he hablado
últimamente, el arpa y el piano de una mujer, las dos cosas que mejor sabía
tocar la mujer de John Coltrane. Ser la mujer de John Coltrane y que te nombren
así (mirad, hoy toca la mujer de John Coltrane) tiene que ser la pera limonera.
Ser mujer, que te guste el jazz y estar casada con John Coltrane. Os pregunto a
vosotras, que sois mujeres y os gusta el jazz.
No sé por qué pero Coltrane y Alice me recuerdan a Lennon y
Yoko Ono. Los legados y eso.
En la foto del post John Coltrane le está diciendo algo a
Alice Coltrane. Le aconseja o le indica. Prefiero estar escuchando hoy a la
Alice Coltrane del arpa. Alice Coltrane continuaría el legado de su marido,
pero el rollo que se montó iba tan a su bola que ella misma se encargó de
destruir todos los clichés e influencias que inevitablemente tuvo que vivir
durante los años en que fue la mujer de Dios. En la tierra y en el cielo. Alice
se murió en 2007.
Lo de ir a su bola lo digo por cosas como ésta. Miro otra vez la foto. Y me parece
absolutamente maravillosa.