Es decir. Estamos en 2025. Este blog, todavía existe este blog y todavía existen los blogs (¿interrogantes?), cumple pronto 20 años. Que ya se sabe que tampoco hoy es nada. Hace 20 años yo tenía 20 años menos. Y ahora 20 años más, que parece que es lo mismo pero que no es lo mismo. Sumar no es lo mismo que restar y además el orden de los factores siempre altera los productos y más cosas que habría que rebatir a Pitágoras y esas gentes. Con todos los respetos y el reconocimiento. A su lado no somos poco. El tema es que X se llamaba de otra manera y como cuando empecé en blogia cuando hay algo nuevo suele hacer tilín y ese tilín ahora se llama bluesky. Y Jon Fosse y por fin me he puesto con la sangre fría del pueblo de Holcomb y la crónica sin carne de Truman Capote y hasta me he puesto con el Ulises de Joyce hasta que el cuerpo aguante pero el cuerpo aguanta y hasta me pide más. Si estoy ahora en los cielos azules es porque esta tarde y ya no sé cómo he descubierto a mi soulmate (y ya no sé qué enlace poner, pongo éste que está en esos cielos) en esos mismos cielos. Y ha sido como si se me abrieran los cielos. Y sí, si lo dudáis o no lo tenéis claro u os lo preguntáis, para escribir, lo primero que hay que hacer es leer, aparte de tener algo que decir que me dijo un poeta de Paniza que me firmó en su día una dedicatoria y en esa dedicatoria el poeta de Paniza me llamaba joven amigo y pacientísimo oyente y de eso hace ya más un poco más de 20 años y yo ya tenía años a pesar de que sigo dando la sensación de que tengo muchos menos años y yo me noto que sí pero los demás me dicen que no, que tú no puedes tenerlos, esos años.
Y la otra dedicatoria que me han hecho en toda mi vida es la tuya.
Y es 2025.