lunes, 7 de junio de 2010

El laberinto de los cristales

Rita Hayworth en La Dama de Shanghai, 1947

Vuelve, claro que vuelve Rita Cansino, y las veces que volverá. Como con tantas, cuando haga falta. Vuelve y por obra y gracia del juego de espejos que un día se inventara el que en ese momento era su marido. Vuelve atrapada en el laberinto de su estampa. Vuelve amenazada por la pistola de Everett Sloane, que le apunta sin saber quién de todas es Rita, un poco al tuntún. Un poco como haríamos todos no por efecto de los cristales, sino porque Rita nos miraría así.

2 comentarios:

Esther dijo...

Su mirada sigue siendo igual de sugerente pero su larga melena pelirroja, para mi gusto, le hacía mucho más radiante. Inolvidable Gilda.

Justo de esta película recuerdo el juego de espejos laberínticos, la atracción fatal. Tengo que volver a verla, me interesa su fotografía y los diálogos escritos por el mismo Orson.

Ayer volví a ver Double Indemnity de Wilder. Con mi actriz favorita Barbara Stanwyck, está bárbara.

Besos de miércoles.

josé miguel dijo...

Haces bien en revisar estos clásicos. Cada vez que veo Perdición (maravilloso su título original, pero igual de bueno el español por una vez) me parece mejor que la anterior. ¿serán los años, los que la hacen mejor? Digo los míos.

Besos, sin perdición, Esther.