martes, 16 de agosto de 2011

All that jazz

Jam session de dixieland (C) Slim Aarons/Stringer

Me pide mi fuente de inspiración (no me pide, le pido yo que me inspire, que es distinto) que hable de las diferencias entre los distintos estilos de jazz. Y con mp3. De hacerlo de corrido me saldría un post de lo más indigesto, mucho scroll y mucha letra. Opciones: ir uno a uno en post sucesivos (se puede pluralizar un anglicismo, pregunto); o tirar por la calle de en medio y poner a modo de ejemplo un post veraniego y perezoso sobre “Breve historia del jazz. Estilos y diferencias”. Demasiado pedagógico, demasiado todo. Opción tres: improvisa. Hablamos de jazz. So… (me voy a dejar nombres, lo sé).

El jazz hay que empezarlo con algo “fácil” de escuchar, dixieland, swing. A veces es un sofisma. Yo empecé (casi) con Thelonious y con el Coltrane más salvaje, a la par que el swing. El dixieland llegó después. Por qué se le dice “fácil” de escuchar a ese jazz aconsejado. No lo sé, la verdad. Porque si empiezas con el otro jazz… se dice. Todo es cuestión de las ganas que uno quiera echarle al asunto. Así pues, del dixieland y el swing hablaré primero: Dixieland, música que los blancos llamaban así cuando en realidad fueron los negros los que lo habían iniciado todo. Colectivas, clarinete, banjo, clarinete bajo. La tabla de lavar. Negritud (¿nombro a Scott Joplin, y sus rags? Eso fue otra historia). 1917, se suele señalar. Términos comunes: stomp, blues, rag, Nueva Orleans. ¿Nos quedamos con el Tiger rag?

Llegó Louis y Bix (no olvidar a Bix) y se puso orden. Se inventó el solo, se inventó el jazz. Louis y su Potato Head Blues, pero me quedo con el West End Blues. Descarto por razones de espacio otros temas. Comenzamos a hablar de obras maestras.

La cosa avanza, se desarrolla. A la vez que Louis llega Ellington. ¿Qué es Ellington? Ellington está por encima del bien o del mal. Tema aparte, hors categorie. Basie, Fletcher y Goodman. Jazz en forma de orquesta. Pero Ellington es otra cosa. Coleman Hawkins y Lester Young se inventan dos formas de tocar swing. ¿Swing? A veces, porque Prezz anticipa el bop. Las formas están cambiando. Pero aún estamos en la llamada era del swing. Billie y Ella. Estos músicos continuarán sus respectivos estilos aun con la llegada del bop. Como siempre hicieron Prezz y Lady Day.

Bop. 1945, más o menos. Dizzy y Bird cuentan el jazz de otra manera. Donde antes era A ahora es B. Donde antes no se atrevían a cruzar la línea, ahora es traspasada y con creces. Nervios, el público se excita. Sí, se pone cachondo. Los músicos empiezan a jugar con fuego. Dexter Gordon, Bud Powell. Los mismos nombres y apodos hablan por sí mismos de la mutación en la música. Roach, Monk. El jazz casi casi se deja de bailar. Es la revolución.

Llega miles, el cool, suavizamos el ambiente. Llega la west coast. En los oídos del jazz suena Lennie Tristano, Lee Konitz. ¿El jazz se intelectualiza? Surgen revivals del dixieland y los Young y Hawkins y todos esos chicos del swing a veces se adaptan, otras siguen su camino. Años 50. El jazz tiene suficientes modos de ser que ya no hay un único estilo. Y Louis, como diría Julio, es a la vez capaz de tocar en un país y en otro la misma noche. Escuchad a Tristano.

Hard bop, cómo me gustan esas dos palabras. Miles ya mayor de edad, los Messengers de Blakey o Rollins, o Trane. Lo mejor de todo lo escuchado hasta entonces pero mezclado en cocktails a gusto de cada músico. Mucho homenaje a los clásicos, Gerry Mulligan que se rodea con gente del swing. ¿El jazz toca techo? El mejor ejemplo, cualquiera, elijo este pedazo de Moanin.

Los 70. Ay. La cosa se electrifica. Que no es que esté mal pero. Hay una fiebre de enchufes. Un día Hancock toca con, otro día toca sin. Chick Corea, Return to forever. Weather Report. En medio, Joe Henderson sigue a lo suyo. Muchos siguen a los suyo. ¿Se ha perdido la inocencia? Cada cual que saque sus conclusiones.

Y a partir de ahí… Post bop. Los grandes desaparecen, van quedando menos, pero los jóvenes no se olvidan de sus maestros. Visto con perspectiva, la huella de Coltrane, Eric Dolphy, Miles… tienen sus buenos seguidores y sus continuadores. Brad Mehldau, Michael Brecker, los Marsalis. Es que la perspectiva es importante. Nombres que surgieron rápido se pierden. Siempre la perspectiva. Porque ahora (llamo ahora a veinte años a esta parte) hay mil y un nombres, mil y una fusiones. En España Perico Sambeat y tantos más… Tete lo inició todo. Europa cada vez más presente, en las formas y en los escenarios donde los nombres americanos saben que tienen que actuar. Y lo que queda, llegará. Esto no se para. A saber hasta dónde llegaremos.

So, en qué se parece este piano a los primeros rags. En que ambos son maravillosos. Y perdón por el scroll.

4 comentarios:

Emilio Calvo de Mora dijo...

Maravilloso. Rendido estoy.

josé miguel dijo...

Muchas gracias, Emilio, abrumado me dejas ;)

Un saludo.

Olvido A. dijo...

Otra rendida más. Thank you, sweet soulmate

josé miguel dijo...

La culpa es tuya, sweetheart.

Besos de los nuestros.