La escena máster de Centauros del desierto.
Abro Spotify, Lost Tapes de John Coltrane. Y me entra mucho love.
Love of Lesbian, Vestusta Morla, pero antes molaban más. Y aquí no
escribo. Canícula, que rima con Calígula, aunque sea por los excesos. Me da, 2018 es excesivo, y no pararse a pensar cómo hemos
llegado hasta aquí con 2018. Agosto ya. Me suena un poco todo a
soledad. (Nada, la nada un rey que le prohibe chillar). Que lo
autobiográfico ordene nuestras batallas diarias y todo lo que se escriba uno.
Verbi Gratia.
Anoche, mientras no
me dormía, pensé, bendita ilusión, otra vez en John Ford.
Centauros y los planos fijos. Falsedad del montaje. Planos o
contraplanos. Entre la leyenda y la realidad, hacedle caso al jodido
John Ford, quedaos con la puta leyenda, alejarse de la realidad, ya
lo decía John Ford, y no tenía smpartphone pero sí que tenía,
ojo, un parche. Un niño llora, la ventana abierta del patio interior me dice que hay una mejor vida más allá de la misma. Y de las lágrimas.
Deberes: ved la escena completa de la foto de arriba y tendréis
un máster de cine acelerado. De los de verdad. Como la cara de Ward Bond, como ese love de John Wayne.
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