Pronto será invierno
Domingo, creo que 23 de noviembre. Parque, si puede llamarse así, del Agua. ¿Soy la única persona en el mundo que en estos momentos está escuchando a Malcolm Scarpa? Me da el sol de frente. Hoy sigue haciendo frío, pero no tanto como ayer. Ayer hacía frío. El sol se agradece. Aquí todavía no es invierno aunque se acerca. De hecho, aquí nunca es invierno. Últimamente no hay invierno, sino un intervalo de niebla o cierzo antes de que a finales de enero vuelva el verano. Aquí nunca es como le pasa a David Verdaguer en la última película de David Trueba, hermano de Fernando y tío de Jonás. Jonás Groucho. A David Trueba también le da por poner música, músicos, cantantes, grupos o similares que no conoce nadie. En película o en serie de Jorge Sanz. Hay un escritor que tiene que ponerse el segundo apellido en la portada, en la solapa y allí donde se escriba su nombre porque se llama igual que el protagonista de Qué fue de su tocayo. A Malcolm Scarpa lo ponía mucho, y cuando digo mucho es mucho, Juan de Pablos en Flor de pasión. A Malcolm Scarpa no le escuchará nadie aparte del que le da al teclado y de los 249 mensuales del Spotify. ¿Alguien buscará de propio a Malcolm Scarpa en Spotify? 250 ya.
Si utilizara esa expresión, diría que yo no veo series es uno de los mantras que más se repite en mi mente. Yo no veo series pero Qué fue de Jorge Sanz sí. Y Malcolm Scarpa puede que pegase en una serie o en una película de David Trueba. Cuando Malcolm Scarpa era uno de los habituales de Radio 3 cuando empezaba Flor de pasión, se convirtió en una figura que por aquellos tiempos parecía ser de culto. Con el tiempo Malcolm Scarpa se ha convertido en un músico con 250 mensuales en el Spotify. Dio un concierto en Zaragoza hace 30 años, cuando oculto de las masas se disfrazaba de artista de culto. Son las mismas canciones que sonaban con Juan de Pablos.
Una hora y nueve minutos de concierto que suenan de nuevo un 23 de noviembre, quizá justo treinta años después.

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