Maureen O'Hara
Sé que a ti y a vosotras os molaría más si empezara hablando
de Gabriel Byrne, que sé que os pone, ese tío bueno al que habéis visto tantas veces en
una película. Porque tengo que hablar de Dublín y Byrne es de Dublín y de Irlanda, como Bono y
U2, Joyce y Dublineses, como los ancestros de John Ford o de John Huston y Los
muertos. O Barry Fitzgerald. O Maureen O’Hara. Y me voy a quedar con Maureen
O’Hara porque este blog lo escribo yo, y aunque técnicamente no naciera en
Dublín es pelirroja. Y porque de siempre le he debido un post a la mujer de
John Wayne al final de El hombre tranquilo. Y porque ayer soñé que volvía a
Inisfree. Y porque Maureen O’Hara es mía y porque me da la gana.
Me gustaría, dicho sea de paso, hacer un tour. Podríamos
empezar por la mañana y visitar Inisfree, esperar la tormenta y repetir si ha
el caso la escena de El hombre tranquilo. Me da igual, repetiría la escena
aunque no cayera una gota de agua, aunque el viento no agitase esa tarde la
cebada. Luego, tras un fundido en negro, reapareceríamos en Dublín, para tratar
de encontrar un lugar donde lo celta cediese por una noche a un piano, un bajo
y una batería. Seguramente habría una solista de la que nos preguntaríamos que
por qué canta así y de dónde había salido. Luego de que actuara se lo
preguntaríamos porque en esos sitios no es como en estos otros, y ella se
sentaría con su trío codo con codo en la mesa de al lado. ¿Pero no iba a hablar
de Maureen O’Hara? Y bastante, tirando de tópicos y con esta vocalista
pelirroja, como Maureen O’Hara. Tú haciéndome de intérprete y yo mentándole a
John Ford, a John Wayne (lo diría así, yon vaine y la pelirroja me miraría raro:
Es bastante pecosa), Inisfree. Tienes el pelo como Maureen O’Hara, y a saber
cómo se pronunciaría en gaélico todos estos nombres. Y la cantante, que
seguramente también acabó en esto después de escuchar a Cassandra Wilson o así,
se llama Susan y no Deirdre ni cosas así. Y yo le pregunto, mientras el batería
no deja de echarte el ojo, si se puede vivir de esto. Y ella me responde con un
gesto ambiguo mientras pide otra cerveza.
Acabo con los tópicos y le nombro consecutivamente a Jim
Sheridan, a Daniel Day Lewis, a la selección de Irlanda del Mundial de Italia. Como
tú eres tú y yo soy yo, nos damos un respiro y, mientras charlas con el
batería, yo acabo hablando de fútbol con la pelirroja. No recuerdo ningún
equipo irlandés así últimamente y ella me dice que tú ya tienes a Ronaldo. No,
perdona, yo soy del Zaragoza, y entonces me echa una mirada que dice por si
sola what? Y entonces yo me callo y te pregunto si no es hora de irnos. Y nos
vamos y nos despedimos y yo me pregunto si para tu cumpleaños no te quedaría
bien un sombrero de ala ancha, como el que lleva Maureen O’Hara cuando la
conoce John Wayne. En Inisfree. Y pronunciad John Wayne.
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